Los amortiguadores del coche son una pieza fundamental de la que depende su estabilidad a medio y largo plazo. Muchas personas desconocen su funcionamiento y, por ello, tampoco saben darles un mantenimiento adecuado. Desde Desguaces Albacete queremos explicarte qué debes tener en cuenta para entender cuando debes comprobar su estado y cómo detectar un estado deficiente para llevarlo a reparación o sustituirlo por una pieza de segunda mano.
Tabla de contenidos
¿Qué son los amortiguadores de coche?
Estamos hablando de componentes esenciales para la suspensión. Están conectados con los ejes que albergan los neumáticos, así como con el control del vehículo. Durante el propio movimiento de este, van absorbiendo las vibraciones y los movimientos que generan las irregularidades del terreno. Como consecuencia, son fundamentales para una conducción segura.
La función que cumplen es garantizar que el trayecto es más suave y cómodo. Igualmente, evitan que los baches y demás obstáculos de la calzada dañen el coche. Para esto, trabajan junto con los muelles y otros componentes, para disipar la energía generada por los impactos y oscilaciones. Gracias a esta cualidad, los neumáticos están siempre en contacto con la carretera.
¿Cómo saber si los amortiguadores se encuentran en mal estado?
Como es lógico, los amortiguadores se revisan en las inspecciones periódicas —tanto en ITV como en talleres mecánicos especializados—. Sin embargo, es primordial que el conductor sepa identificar un mal funcionamiento para actuar a tiempo. De lo contrario, se generaría un efecto en cadena que dañaría tanto las ruedas como otros sistemas:
- Rebotes desmesurados al pasar por baches o irregularidades que presente la vía.
- Estabilización tardía del automóvil después de un impacto en las ruedas.
- Incremento exagerado e inesperado en la distancia de frenado (puede deberse a que no tienen contacto con las ruedas).
- Inclinación excesiva en las curvas o sensación de inestabilidad y deslizamiento al conducir.
Por su parte, los ruidos inusuales también suelen ser un claro indicativo. Entre ellos, los más comunes son los golpes o los crujidos, relacionados directamente con problemas en la suspensión.
¿Qué sucede si no funcionan correctamente?
Cuando el funcionamiento de los amortiguadores no es correcto, las consecuencias pueden ir más allá de una pérdida de estabilidad. La conducción se vuelve más peligrosa, dado que las ruedas van perdiendo el contacto de manera progresiva. Las oscilaciones del coche, por su parte, se vuelven más frecuentes, sobre todo, al tomar curvas cerradas.
Estas son algunas consecuencias y, a su vez, razones por las que conviene pasar una revisión periódica de la amortiguación. Nuestro consejo es pasarla cada seis meses, aproximadamente:
- Sensación de inestabilidad que impide trazar las curvas de manera adecuada y obliga a frenar en la mitad.
- Falta de adherencia de las ruedas al pavimento, lo que aumenta las posibilidades de alcanzar al vehículo de delante.
- Perjuicio a la reacción en situaciones de emergencia, como el cruce inesperado de un animal o de otro conductor.
- Dolores de espalda y cuello en el conductor y los demás ocupantes por el movimiento desmesurado del automóvil.
- Mala absorción de los impactos causados por baches, lo que ocasiona un desgaste desigual en los neumáticos.
- Peor tracción y agarre en el vehículo, con el consiguiente aumento en el consumo de combustible por los frenazos.
Por su parte, también hay otras consecuencias que están directamente relacionadas con el coche. La suspensión y la dirección son los sistemas más perjudicados, puesto que reciben directamente los impactos. Las piezas que las componen no están preparadas para estar sometidas a este estrés técnico, por lo que aumenta las posibilidades de fatiga.
Como se ha podido ver, los amortiguadores del coche son esenciales para una conducción segura. Por ello, resulta imprescindible mantenerlos siempre en perfecto estado, y esto es responsabilidad del propietario. Sin este elemento, las carreteras serían más peligrosas y no sería posible llevar el automóvil con fluidez.