Un coche eléctrico tiene muchas ventajas en relación con el de combustión. De hecho, el gasto en mantenimiento suele ser entre un 40 y un 50 % menor por sus características técnicas. Hay algunas averías que son comunes a los automóviles de combustión y a los eléctricos, como los frenos, los neumáticos o el filtro de partículas del aire acondicionado. Sin embargo, hay otras que son exclusivas de los segundos. Por eso, a lo largo de este artículo, queremos hablar de las averías de los coches eléctricos más frecuentes y qué es lo que lo provoca.

Vamos allá:

Averías más comunes en los vehículos eléctricos

Los componentes de los automóviles eléctricos se deterioran menos que los de los híbridos o los de combustión. Aun así, hay algunos desperfectos importantes que pueden producirse por un mal uso o un funcionamiento incorrecto.

Coche eléctrico recargando bateria

Sistema de frenada regenerativa

Este tipo de avería se da exclusivamente en los coches eléctricos. Al utilizarse el freno para generar energía con la que el vehículo circulará, las pastillas sufrirán y se desgastarán. Eso sí, con menor frecuencia que en el caso de los frenos de un coche clásico de combustión.

Baterías

Las baterías son cruciales para el movimiento de estos automóviles. Por ello, requieren una revisión periódica y una sustitución cuando ya cumplan con su vida útil. Habitualmente, las baterías de litio suelen durar entre 10 y 15 años.

La degradación de una batería de un coche eléctrico dependerá de algunos factores como los hábitos de manejo que se tengan y los ciclos de carga. El sistema de refrigeración es una de las claves para evitar los contratiempos derivados del aumento excesivo de la temperatura. Los coches eléctricos que enfrían sus circuitos mediante líquidos son menos problemáticos que los que lo hacen a través del aire.

En lo referente a ello, el líquido refrigerante de las baterías puede ocasionar ciertos problemas. En los vehículos eléctricos debe cambiarse entre los 80 000 y 120 000 kilómetros por primera vez. No hacerlo acarrearía serias complicaciones debido a que pierde parte de su eficacia, lo que provocaría aumentos indeseados en la temperatura de las celdas de la batería.

Toma de carga

Sin duda, una avería frecuente y exclusiva de los coches eléctricos es la toma de carga. Esto se produce, sobre todo, porque el usuario manipula incorrectamente esta parte. Por ejemplo, tirar del cable que se emplea para cargarlo sin quitar el bloqueo; golpear la toma y el cable mientras está recargándose; manipular el conector o forzar el sistema cuando no termina de encajar bien el cable son formas de dañarlo. Por tanto, debemos tener cuidado.

averías habituales en un coche eléctrico

Software

Según una encuesta realizada en Reino Unido a dueños de automóviles eléctricos, el fallo más común en un vehículo así está relacionado con el software. Este es el paquete tecnológico que necesitamos para poner en funcionamiento el coche con todas sus prestaciones. De hecho, nos hemos encontrado casos de llamadas a revisión masivas de coches eléctricos de distintas gamas por deterioros en este componente.

Al tratarse de una de las averías de coches eléctricos más frecuente, se está trabajando para poner solución a este problema. Actualmente, el problema asociado al software se debe a que el sistema puede requerir un reinicio manual o reajustar parte de la configuración del coche, lo que provoca que el coche no funcione correctamente hasta que solucionemos ese error.

Sistema de cableado

El cableado es un elemento que suele sufrir desperfectos con cierta frecuencia en estos modelos. Si el automóvil supera los 60 000 kilómetros, podría deteriorarse este componente. El precio de la reparación varía desde menos de 100 euros hasta más de 7000 si el desgaste es tan grande que hay que reemplazar gran parte del sistema. Lo ideal es realizar una revisión periódica cada cierto tiempo para evitar esta clase de complicaciones.

Averías de los coches eléctricos

Costes de las reparaciones

Los costes de las reparaciones que se realizan para solucionar las averías de los coches eléctricos pueden variar dependiendo de su gravedad. Según un estudio realizado por la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, cambiar el sistema propulsor por completo tiene un coste variable dependiendo del modelo de coche. Los precios van desde los 2800 euros hasta más de 10 000. Sustituir las celdas de las baterías supone un gasto que oscila entre los 1300 hasta los 2900 euros. Por último, renovar el acumulador engloba un coste desde los 13 000 hasta los 26 000 euros. Como ves, el precio de estas averías es bastante elevado, aunque lo cierto es que no ocurren con demasiada frecuencia.

Un coche eléctrico tiene algunos fallos muy localizados. En general, las reparaciones que deben hacerse en este son menores que las de uno que utilice un motor de combustión, pero, en el caso de estas averías, es fundamental intervenir a tiempo para evitar problemas mayores. Una revisión en un taller mecánico de confianza puede ayudarte a comprobar que el coche se encuentre en buen estado. Además, es importante hacer caso a las señales e indicadores del coche para no dar lugar a que se produzca una avería mayor en caso de que algún componente no funcione correctamente.