Los meses más duros del invierno son críticos a la hora de arrancar el coche cuando hace frío. En esta situación debemos tener en cuenta una serie de indicaciones para evitar posibles complicaciones que puedan dañar el motor u otras piezas del coche que puedan terminar provocando una avería.

Con la llegada de las bajas temperaturas, gran parte de España queda cubierta de nieve. El frío afecta de forma directa al motor y al funcionamiento de nuestro vehículo. Por ello, en este post queremos explicar los principales consejos que debemos llevar a cabo para no estropear el motor al arrancarlo cuando hace frío.

Las principales recomendaciones para arrancar el coche cuando hace frío

Ya pase la noche en la calle, o bien en un garaje, hay que aplicar una serie de cuidados. De esta forma, y especialmente si ha pasado muchas horas a la intemperie bajo temperaturas extremas, conseguiremos alargar su vida útil y preservar su buen funcionamiento. El frío a gran escala castiga a muchos elementos mecánicos y ni siquiera los mejores motores diésel son inmunes al clima extremo. Por ello, los siguientes consejos pueden sernos de mucha ayuda:

Apagar todos los elementos interiores del coche

Con el fin de evitar perder batería es muy importante que apaguemos cualquier dispositivo que se encuentre en el interior del vehículo antes de bajarnos del coche. Algunos de los más habituales son la radio, el aire acondicionado o el limpiaparabrisas. Para ello, hay que desconectar el frontal de la radio y poner a cero todos los mandos del aire.

No debemos olvidarnos de apagar todas las luces interiores y exteriores del coche. Esto evitará cualquier tipo de cortocircuito debido al frío.

Cuidar el coche cuando hace frío

Encender el coche con el embrague apretado

En líneas generales, es posible arrancar el coche en punto muerto. Sin embargo, a lo largo del invierno es recomendable hacerlo con el embrague apretado. Conseguiremos desacoplar la transmisión del vehículo y, en consecuencia, el motor de arranque deberá mover menos peso para poner la unidad de potencia en circulación.

Igualmente, también es recomendable arrancar el coche con el embrague apretado cuando estamos en verano o las temperaturas son más altas. Favorece el ahorro de energía, y el motor de arranque también sufre menos.

 

Calentar la batería

Muchas veces, la razón principal por la que nuestro coche no arranca en temperaturas frías es porque la batería no está caliente. Por ello, es de vital importancia que la calentemos con anterioridad, para evitar este tipo de contratiempos. Para ello, tenemos dos soluciones artesanales. La primera es calentar agua en unos paños y meterlos dentro de una bolsa hermética para aportar calor a las piezas sin que éstas toquen las piezas del motor en ningún momento. La otra es usar un secador de pelo, aunque no debemos acercarlo demasiado a la batería, sino mantenerlo a unos 15 centímetros de distancia. Es muy importante no mojar la batería y, obviamente, no acercarle fuego.

Si no tenemos prisa, existe otro método mucho más sencillo que consiste en introducir la llave de arranque y conectar solo la parte eléctrica del vehículo. De esta manera, aunque el motor continúe apagado, el sistema empezará a coger temperatura por sí mismo.

No girar la llave durante más de cinco segundos

No hay que forzar demasiado la batería al arrancar el vehículo. Uno de los principales errores que cometemos es girar la llave en exceso. Nunca debemos superar los cinco segundos. En caso contrario, debemos esperar medio minuto y, entonces, volver a intentarlo. Con ese tiempo de espera conseguimos que la batería se quede sin energía, ya que utiliza el máximo de potencia a lo largo de los primeros segundos. Posteriormente, empieza a perder potencia si mantenemos la llave girada. Es fundamental dejarla descansar antes de seguir.

Si mantenemos la llave girada demasiado tiempo, podemos provocar averías irreparables en la batería e, incluso, en otras piezas del vehículo que harán un esfuerzo extra durante el proceso de arranque.

Arrancar con el motor frío

Utilizar calentadores con coches diésel

Los vehículos diésel tienen un tipo de mecánica que guarda algunas diferencias con la gasolina. Por un lado, deberemos utilizar calentadores para arrancarlos en bajas temperaturas. Estos tienen la función de calentar tanto el aire como la cámara de combustión del coche. Esto facilita en gran medida el arranque en frío

Evita aparcar en el exterior

Esta opción es obvia y sabemos que no todo el mundo puede permitírsela. Aún así, siempre que sea posible, es recomendable aparcar el coche en una plaza de garaje para protegerlo del frío, del calor y de cualquier otro agente externo que pueda dañar las piezas poco a poco.

Si no puedes pagar una plaza de garaje existe un pequeño truco que se puede aprovechar: aparcar debajo de una farola. La zona muy próxima al alumbrado público se encuentra entorno a 1º por encima de otras zonas de la calle. No es mucho, pero al menos mantendrá algo más de calor que en el resto de la calle.

Como conclusión, tener opciones para arrancar el coche cuando hace frío nos evitará quedarnos con el vehículo totalmente parado, especialmente si lo necesitamos con urgencia. Si has tenido algún problema y necesitas un recambio de segunda mano, no dudes en aprovechar nuestro servicio de chatarrerías en Albacete y te ayudaremos en todo lo que necesites.