Los manguitos del coche cumplen una función esencial. De hecho, lo avisamos ya: subestimar su mantenimiento puede resultar muy costoso. Estas humildes piezas de goma son clave en el buen funcionamiento del motor del vehículo. ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Por qué son tan importantes? ¿Y qué pasa si se estropean? En Desguaces Albacete damos las respuestas a estas preguntas y más, a continuación.

¿Qué son los manguitos del coche?

No hace falta tener un FP de mecánica para entender el funcionamiento básico de un motor. Un hecho de conocimiento público es que necesita refrigerante. Los manguitos son, nada más y nada menos, las mangueras encargadas de surtir al propulsor con el líquido refrigerante. Gracias a este sencillo proceso, la temperatura interior se estabiliza. El resultado es que la vida útil del automóvil se dilata exponencialmente.

El manguito, por lo general, es una pieza fabricada en goma o caucho, lo que la hace resistente a las altas temperaturas del sistema mecánico del coche. Por otra parte, resulta vulnerable a pinchazos, rasgaduras y otros deterioros como los derivados del propio paso del tiempo.

Averías en los manguitos | Desguaces Albacete

¿Cuánto dura cada manguito?

Por lo general, se calcula que el tiempo de vida útil de un manguito está en torno a los cuatro años. No obstante, lo mejor es echarle un vistazo en cada revisión del sistema refrigerante. Un diagnóstico a tiempo en uno de los talleres mecánicos de Albacete puede ahorrar un daño permanente.

¿Por qué son tan importantes?

El gran enemigo de los sistemas mecánicos es el calor extremo. Antiguamente, los motores dependían exclusivamente de ingentes cantidades de agua para rebajar sus temperaturas hasta niveles funcionales. Hoy en día, los sistemas de refrigeración facilitan el proceso. Gracias a esto, los motores pueden operar por períodos más largos de tiempo sin recalentarse y duran mucho más.

¿Cuáles son las averías de los manguitos de coche más frecuentes?

Dado que están expuestos a temperaturas extremas, es frecuente la aparición de fugas. Al expandirse con el calor (que puede rondar los 80 grados) y contraerse en frío (bajo cero en invierno), se resienten. Las grietecillas y deterioros están a la orden del día.

Debido a ello, es preciso que estemos atentos a los siguientes indicadores.

  • El suelo del aparcamiento: ¿Hay gotas o charcos de líquido rosáceo o verdoso?
  • La duración del líquido refrigerante: ¿El nivel baja bruscamente? ¿Se acortan cada vez más los períodos de recambio?
  • La temperatura del coche: Esta siempre debe estar por debajo de los 90 grados. Cualquier sobrepaso sostenido de este margen puede conllevar un daño permanente.

Manguitos para coches | Desguaces

¿Qué hacer cuando se detecta una fuga en los manguitos del coche?

Lo más sensato es acudir inmediatamente a un taller mecánico de confianza como el nuestro. Ahí sabrán dar con la pieza indicada para su recambio. Debido a que son unos componentes muy sensibles, lo más recomendable es cambiarlos todos si uno falla. La avería de uno indicaría que todos estuvieron expuestos al mismo deterioro. Las grietas pueden ser imperceptibles y tardar en manifestarse en forma de fugas.

Al mismo tiempo, se trata de una pieza económica en relación con la reparación del motor. Subsanar el sobrecalentamiento de este puede llegar a costar 1500 euros mientras que comprar piezas de segunda mano de desguace es muchísimo más económico. En el peor de los casos, requerirá un motor nuevo y, por añadidura, un coche nuevo. El líquido refrigerante también puede causar otros desperfectos; por ejemplo, puede afectar a la junta de la culata.

No solo el uso constante y los cambios bruscos de temperatura deterioran los conductos. La falta de rutina también. Un coche de utilización escasa es especialmente propenso a sufrir fallas en el surtido de refrigeración. Si está expuesto a la intemperie, pero no es utilizado, no alcanza la flexibilidad que aporta el calor fuerte y constante.

Conocer la duración estimada de los manguitos es crucial para saber cuándo deberían cambiarse. Entender su importancia dentro del sistema de locomoción es igual de importante. Pueden parecer insustanciales, pero su mal funcionamiento compromete el corazón del vehículo. Cuidar de estos conductos equivale a vigilar las mismísimas arterias del coche.