Una fuga en un vehículo es siempre fácil de apreciar. Podemos darnos cuenta de que hay alguna pérdida de líquido si aparecen manchas cuando movemos el coche después de tenerlo aparcado y parado durante unas horas. Las marcas en el suelo son el aviso perfecto para que revisemos los líquidos del coche en busca de fugas. Los vehículos tienen muchas piezas que necesitan rotar y, por eso, disponen de líquidos diversos.
En este artículo queremos hacer un repaso a los diferentes líquidos que lleva un coche y a cómo podemos detectar qué tipo de fuga o avería se ha producido. Eso sí, antes de nada, queremos destacar que es importante acudir a un taller mecánico de Albacete para realizar las revisiones periódicas y detectar las fugas más habituales de líquidos en los coches. De hecho, si no lo hacemos será difícil pasar la ITV con éxito.
Una mancha en el suelo como sinónimo de fuga
Es importante saber que una mancha en el suelo significa que hay una pérdida de líquido en nuestro vehículo. Sobre todo, si tenemos una plaza de garaje individual y privada, debemos estar pendientes de revisar de vez en cuando si esta está limpia o tiene manchas. Cualquier mancha puede ser el indicativo de un riesgo de fuga. Si la detectamos incluso cuando no hemos notado todavía un empeoramiento en el uso, debemos acudir cuanto antes a un mecánico de confianza para que revise el vehículo.
Manchas oscuras: aceite del motor
Si donde ha estado aparcado nuestro vehículo encontramos una mancha de color negro o marrón oscuro, normalmente, estamos perdiendo aceite del motor. Un nivel demasiado bajo de este líquido podría estropear el motor. Por eso, aunque no tengamos sospechas, debemos siempre estar pendientes de que el nivel de aceite sea el correcto. Especialmente, antes de hacer un viaje largo.
Comprobar el nivel de aceite es muy sencillo y, de hecho, todos los coches incluyen una varilla que sirve como medidor para indicarnos el nivel de aceite disponible. Es recomendable comprobar el nivel de aceite una vez cada dos meses para controlar la aparición de fugas y, además, evitar averías que nos terminen obligando a comprar un motor de coche de segunda mano.
Manchas rosadas: pérdidas en el fluido de transmisión
Los tonos rosados, rojizos o marrones que cambian de color con el tiempo suelen ser de manchas del fluido de la transmisión. Además, estas manchas olerán bastante fuerte. Lo normal es que las fugas de este líquido se den desde la propia transmisión hasta la conducción del radiador. Podrían estropear el circuito, por lo que es importante acudir cuanto antes al taller.
Mancha transparente: filtraciones en los líquidos de las direcciones asistidas
La dirección asistida está compuesta, entre otras cosas, por un líquido transparente. Si nos encontramos una mancha con estas características, conviene acudir al taller para que revisen el vehículo. Al igual que hacer la revisión completa del coche, al menos una vez al año es importante que nos cercioremos de que no hay filtraciones en los líquidos de la dirección asistida.
Manchas amarillentas: líquido de frenos
Si vemos una mancha amarilla o un poco transparente debajo de nuestro coche, tenemos un problema grave. Esto puede ser un escape del líquido de frenos. Hay que cambiar este líquido cada dos años, en las revisiones periódicas anuales que debemos pasarle al coche. Si hay cualquier desperdicio imprevisto, estaríamos poniendo en riesgo la vida de muchas personas circulando con fugas del líquido de los frenos.
Queremos hacer hincapié en este punto: si tenemos una pérdida de líquido de frenos, el coche tardará casi cuatro veces más de lo normal en frenar. Es muy sencillo provocar un accidente gravísimo si no tenemos este líquido en perfectas condiciones.
Manchas brillantes: líquido refrigerante
Es muy importante que el líquido refrigerante y anticongelante esté actuando. Este permite que el coche no se sobrecaliente. Si no funciona, podría surgir una explosión interna en cualquier momento. Precisamente por su importancia, estos líquidos y las manchas que generan son de colores brillantes y llamativos.
La falta de líquido refrigerante es la que provoca la clásica humareda blanca que hemos visto tantas veces en los motores de los coches de las películas. Una avería provocada por un sobrecalentamiento del motor podría costar miles de euros.
Pérdida de líquido en el agua del limpiaparabrisas
De todas las posibles fugas de líquidos de un vehículo, sin duda, esta es la menos importante. Sin embargo, una buena limpieza en la zona del parabrisas permite conducir cómodamente y con una buena visión. Podemos rellenar el depósito de agua del limpiaparabrisas en cualquier momento, ya que utiliza agua corriente con una solución de jabón que podemos añadir nosotros mismos.
No corras riesgos: controla las averías de tu coche
En cuanto tenemos la mínima sospecha de que existe una fuga de cualquier líquido en nuestro vehículo, debemos acudir a un mecánico en Albacete. Pedir una cita para revisar el vehículo a tiempo puede hacer que ahorremos mucho dinero. Algunas fugas se producen por un deterioro de los depósitos o un mal ajuste, pero otras pueden requerir comprar piezas de sustitución, etc. Además, si perdemos combustible, por ejemplo, estaremos gastando más dinero del necesario en repostar.
Si necesitas piezas de recambio para coches, recuerda que en Desguaces Albacete tenemos un amplio catálogo de todas las marcas y modelos.