La iluminación en los coches es uno de los elementos imprescindibles usados para garantizar la seguridad de los conductores. En este ámbito, la tecnología ha ido evolucionando considerablemente a lo largo de los años. Desde las primeras bombillas hasta llegar a sistemas tan sofisticados como el láser o las luces LED, muchos son los sistemas que se han utilizado para alumbrar las carreteras. Como desguace especializado en luces de repuesto para coches, vamos a hacer un repaso a los distintos tipos de bombillas para coche destacando sus características principales.
¿Cuáles son los tipos de iluminación para faros del coche?
En la actualidad, son cuatro clases de lámparas las que más se emplean en el alumbrado de los coches: halógenas, de xenón, led y láser. No obstante, este tipo de faros se usan únicamente para las luces de carretera, de día, de posición y antiniebla. Las luces restantes (traseras e intermitentes) suelen utilizar una bombilla común.
Veamos ahora las diferencias entre los distintos tipos de bombillas para coche:
Lámparas halógenas
El clásico entre los clasicos. Gracias a su fabricación sencilla y a su precio económico, los faros halógenos son los más conocidos y empleados entre la gran mayoría de los coches. Entre sus características más relevantes, se encuentran el alcance lumínico superior a los 100 metros y la vida útil aproximada de 350 o 400 horas.
En general, el faro halógeno para coches comparte muchas similitudes con una bombilla común que podemos encontrar en cualquier vivienda. No obstante, la diferencia principal radica en el gas noble que se halla en su interior y que permite incrementar la capacidad lumínica de forma notable. Las lámparas halógenas para coche son las más baratas de todas las opciones disponibles, pero sigue siendo una de las más usadas para los conductores por su gran efectividad.
Lámparas de xenón
Estos faros cuentan con una construcción y un funcionamiento diferentes a los anteriores. En este sentido, de manera parecida a los tubos fluorescentes, se sustituye el clásico filamento interno por dos electrodos de tungsteno que producen electricidad y calientan el gas xenón en el interior de la ampolleta. Asimismo, este gas es mezclado con sales de metales halogenados y, en función del compuesto químico resultante de la combinación, el tono azulado de la luz es más o menos intenso.
Si entramos en comparaciones con las halógenas, las lámparas de xenón proporcionan hasta tres veces más luz con la mitad de energía, por lo que permiten una mayor visibilidad en carretera. Además, aunque su precio de mercado es mayor (alrededor de 200 euros) es muy habitual encontrar piezas de segunda mano más baratas, su vida útil se triplica hasta las 1500 horas de rendimiento, lo que evitará que tengas que llevar el coche al taller con frecuencia. Además, es mucho más cómodo conducir de noche con luces de xenón porque el campo visual es mayor y no necesitamos forzar tanto la vista para controlar todos los detalles.
Lámparas led
La tecnología led (light-emitting diode) hizo su aparición en los automóviles en la primera década del siglo XXI. Sirve tanto para las luces de freno como para las ópticas auxiliares, las luces de conducción diurna y los intermitentes.
Su funcionamiento, que se basa en la fusión de diversos diodos de luz de pequeño tamaño, cuenta con innumerables ventajas, como el consumo energético reducido, el poco peso y, sobre todo, una extensa vida útil de 10 000 horas. Por otro lado, aportan varias funcionalidades, entre las que podemos destacar las luces adaptativas, los sistemas antideslumbramiento automáticos o la capacidad lumínica instantánea.
De todas las opciones que hemos comentado hasta ahora, los faros LED para coche son los más interesantes. Su precio no es elevado, su vida útil es extensísima y su capacidad de iluminación es superior a la de los faros halógenos.
Luces láser
El último tipo de bombillas para coche que vamos a ver en este post es el más nuevo y avanzado de todos. La última tendencia en lámparas para coches es, sin lugar a dudas, el láser, ya que permite disminuir el tamaño de los faros sin perder eficiencia y, a su vez, reducir el consumo energético en un 30 %. Del mismo modo, se trata de unas luces de gran fiabilidad, con una potencia lumínica de hasta 600 metros de distancia y con una vida útil sin igual. Como es evidente, los primeros automóviles en disponer de esta tecnología han sido deportivos o de alta gama como, por ejemplo, el BMW i8, el Audi R8 LMX o el BMW Serie 7.
Con el paso del tiempo, cuando la tecnología se estandarice, este nuevo sistema de iluminación irá llegando a vehículos de gamas medias y bajas pero, por ahora, toca esperar – o comprar uno de los coches de alta gama de las principales marcas del mercado -.
Un buen sistema de iluminación en el coche es imprescindible para una conducción segura. En relación con esto, es importante conocer a fondo los distintos tipos y sus características para sacar el mejor rendimiento posible.