Para muchos conductores la simbología del salpicadero del coche es todo un misterio. Existe una gran variedad de símbolos que se encienden y apagan para avisarnos de diferentes puntos clave del estado del vehículo y es importante conocer su significado para saber si debemos llevar el coche al taller mecánico para dar solución a algún problema. Por eso, a lo largo de este artículo queremos hacer un repaso completo a todos los testigos del coche.
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Nivel o presión de aceite
Es uno de los testigos del coche más importante y que se muestra en varios colores. Cuando lo vemos en amarillo, significa que hay un problema: el aceite del motor está bajando. Llegado a este punto, no hay la cantidad suficiente que indica el fabricante, aunque todavía no se corre peligro. No obstante, si no hacemos nada, acabaremos por provocar daños graves.
Precisamente, si el problema no se soluciona, el testigo se pondrá de color rojo. El mensaje que transmite es el de que la cantidad del aceite es tan baja que debemos detener el vehículo cuanto antes. De no hacerle caso, acabaríamos por causar daños graves en el motor, lo cual nos llevaría a tener que afrontar reparaciones costosas. Para no llegar tan lejos, basta con comprobar los niveles del líquido de manera regular o cuando la luz esté en amarillo.
Temperatura del líquido refrigerante
El testigo encendido nos alerta de que la temperatura del líquido refrigerante está por encima de la adecuada. Además, lo mismo puede ocurrir cuando es demasiada baja o si no hubiera. Para solucionarlo podemos realizar varias acciones. La más sencilla es parar el coche y dejar que el motor se enfríe, aunque deberemos estar atentos al reanudar la marcha. Si la luz vuelve a encenderse, quizás estemos frente a una avería grave.
Sistema de control de gases de escape
Este testigo informa de que se ha producido un fallo en el sistema de control de gases del tubo de escape y que, como consecuencia, el motor se encuentra en modo emergencia. Llegados a este punto, la potencia del vehículo baja, al igual que las revoluciones por minuto, dos indicadores de que el coche está sufriendo una avería. Al fin y al cabo, su comportamiento no es el normal.
Testigos de los faros
El testigo de los faros nos ofrece una información muy diversa que varía en función del color. Por regla general, nos dice qué tipo de luz estamos utilizando. Por ejemplo, cuando es azul con rayas horizontales, es que hemos conectado las luces largas. Si el color es verde y las líneas apuntan hacia abajo, están activas las cortas. Así que, en este caso, no recibimos un aviso sobre un fallo o avería.
Otro color que puede aparecer es el blanco, que nos indica dos opciones posibles. La primera es que se necesita una limpieza de los faros, ya que no están iluminando a plena potencia. El símbolo en cuestión es el de un faro con rayas horizontales y un pequeño limpiaparabrisas. Junto con él, cuando las líneas están tachadas y caen hacia abajo, es que hemos encendido las luces antiniebla.
Avería en el motor
De todos los testigos del coche, es el que genera más incertidumbre entre los conductores. Su forma es el de un motor amarillo y avisa de una amplia variedad de problemas. Quizás existe una avería, un fallo de gestión, que el sistema de eyección está encendido o que el escape está afectado por algún daño. En cualquier caso, lo que esté ocurriendo afecta a una de las partes esenciales del coche.
Entre las averías más comunes que indica el testigo encontramos:
- Fallos en el filtro de partículas.
- Daño en el catalizador.
- Las bujías no funcionan como debería.
- Los inyectores se encuentran en mal estado.
Los testigos del coche nos ofrecen una información vital que debemos usar para tomar las decisiones oportunas. Es posible que el problema no sea grave, pero es importante que seamos precavidos. Gracias a esta actitud, nos adelantaremos a averías cuyo arreglo puede llegar a ser prohibitivo o que pueden dejar al vehículo sin funcionamiento.